Mutantes es un trabajo realizado a través del enhebrado sucesivo de cierres de metal.
El cuerpo de los Mutantes está hecho de escamas, pinchos, tegumentos, bloques.
Nunca fijos, inacabados, jamás terminados.
Flexibles.
Mutamos sin saber ni cómo ni cuándo ni a dónde.
¿Monstruos marinos? ¿Criaturas que vuelan? ¿Bichos terrestres?
Búsqueda infinita.
Las formas se parecen y nunca son iguales.
Maraña. Enredo.
Vivos y verdaderos.
Se impulsan bajo su propio ritmo.
Bajan, se expanden, se elevan, se comprimen.
Algo vive, callado, dentro de ellos.
Todo, al principio, muestra su forma más sencilla.
Poco a poco van surgiendo.
Fluyen.
Suaves a la vista. Al tacto, pinchudos.
Después otro impulso y otro y otro. Y se repite.
La expansión se aquieta, va mostrándose. Mas nítido, más claro, cada vez más decidido.
Al que mira o toca que toca lo atrae un nuevo asombro.
Desde cero hasta cero. Y vuelta a empezar.
Mutantes es la metamorfosis de Kafka, la de Goethe, la de Ovidio. La transformación en Oxolotl y las de las Sirenas. La muda de las serpientes. El cambio de naturaleza de las mariposas y las ranas.
Mutantes es también la inenterrumpida y constante variación de los seres humanos.
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